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¿Víctima o responsable?


¿Cuál es tu forma más habitual de vivenciar tu entorno? ¿Como víctima o como responsable? Estamos hablando de responsabilidad emocional... pues bien, reflexionemos:


Todos conocemos a alguna víctima. Son personas que culpan de sus problemas a los que le rodean: jefe, amigos, familia, compañeros, etc. En otros casos el culpable de su situación es la falta de medios, la empresa, o la economía mundial, por citar algunos.


Por supuesto hay situaciones que escapan completamente de nuestra área de influencia, pero en nuestro día a día son muchas más las situaciones en las que SÍ podemos influir. Muchas más de las que creemos...


Cuando alguien asume el papel de víctima, se predispone a no hacer nada. Y aunque se sienta incomodado por algo o alguien, encuentra su “paz” en el hecho de poder justificarse: “Yo no lo quería así, pero no puedo hacer nada para cambiarlo”.


El victimismo, esconde algunas verdades que van más allá de la simple justificación:


Si no hay nada que yo pueda hacer, no tengo ningún poder ni capacidad para que las cosas cambien. Cuanto más víctima soy, menos control tengo de mi propia vida. Me cuesta perdonar, olvidar, avanzar. Estoy atrapado en un bucle infinito entre lo que fue y lo que pudo ser.


En conclusión: toda queja reactiva (sin actuar, solo quejándome) implica exclusión de mi propia responsabilidad y adjudica la responsabilidad al otro. Pienso y creo que quejándome lograré que otros hagan el trabajo que sólo me pertenece hacer a mí.


Los responsables son aquellos que buscan soluciones a sus problemas. Asumen que existen aspectos en los que pueden influir. Llevan las riendas de lo que les pasa y accionan ante situaciones adversas. Hablan con más frecuencia del futuro y les cuesta menos proyectarse en él.


Las personas responsables tienen una visión más amplia de su realidad y la perciben de un modo que les permite encajar sus acciones en ella.


Así, la actitud proactiva nos compromete a nosotros con nuestra responsabilidad, no la de quien es objeto de la queja. Somos nosotros quienes podemos hacer algo.


Más que no quejarte, de lo que se trata es de modificar el mensaje de la queja en acciones, pasar a la acción, actuar, hacer lo que recriminamos que otros no hacen, comprometernos en aquello de lo que nos quejamos. El plan de acción consiste en tomar la decisión de ¿qué hacer? y hacerlo, siendo coherente con esa decisión.


En este esquema podemos ver las diferencias entre una actitud u otra:


Es importante tener en cuenta que las personas no nacemos víctimas o responsables, sino que es una elección personal. Es una elección que se toma muchas veces cada día. Así que cuando en algún aspecto o momento de nuestra vida detectamos que estamos entrando en modo víctima en el que todo el universo se pone en nuestra contra, podemos preguntarnos ¿seguro?, ¿qué podemos hacer para cambiarlo?



Alba Psicólogos

Avda. Príncipes de España, 41 (28823 - Coslada, Madrid)

hablamos@albapsicologos.com 91.672.56.82

Imágenes texto: https://pixabay.com/en





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