Cómo construir mi reino y no “morir” en el intento (en cuatro pasos)

Crecemos rodeados de películas, de personajes, de publicidad,… sobre cómo debe ser el amor; cuándo, cómo y a quién llegará. Y si “eres el/la afortunad@ de encontrar a tu príncipe o princesa” alcanzarás la felicidad absoluta y tu vida irá a mejor.

Y como animales sociales y deseosos de enamorarnos, nos lo creemos y avanzamos en nuestras vidas buscando unos ideales y estereotipos que luego nos pasan factura, nos provocan dolor, sufrimiento, decepción, baja autoestima, e infinitos miedos.

En realidad, es verdad que el amor llena nuestras vidas de una luz mágica y motivadora para vivir y disfrutar. Pero también es verdad que podemos encontrar esa luz por nosotros mismos sin tener un “príncipe y princesa” a nuestro lado. ¿Por qué no primero encontrar esa luz mágica? Así es más fácil encontrarnos, descubrirnos, ilusionarnos…

El conseguir esa luz antes puede hacer que ese viaje por la vida con nuestro compañer@ sea infinitamente más especial y enriquecedor.

El amor es un tema muy estudiado e investigado porque es una de las necesidades más básicas del ser humano, sentirnos queridos y querer. Por el amor “morimos ” y por el amor “volamos”. Al mismo tiempo, compartimos el miedo universal a estar solos, a no encontrar pareja, a que no nos quieran, a que nos rompan el corazón, a envejecer solos…

Todos escuchamos historias de amor tristes, relaciones “tóxicas”, parejas que se conforman, que aguantan, infidelidades, etc.

Nos olvidamos que el AMOR empieza en uno mismo, y que el miedo puede ser tu aliado si eres capaz de mirarlo de frente y sentirlo.

Todos podemos ser lo que queramos ser, por eso puedo ser rey y reina sola, princesa y príncipe solo. Yo puedo construir mi felicidad, mi reino, ¿cómo? Aprendiendo unas cuestiones básicas.

1. CONÓCETE. Dedica tiempo a conocerte, a saber tus gustos, tus deseos, tus virtudes, tus defectos, tus sueños. Tus códigos, tus mandamientos…, todo un trabajo de investigación sobre ti. Y sigue conociéndote día a día.

2. ÁMATE. Cariño, cuidados, amor y comprensión. Empieza a escribirte palabras bonitas por la habitación, por el baño, por la cocina… Necesitarás aprendértelas y creértelas. Bésate, ¡si! ¡bésate…! eso se puede. Abrázate…. ¡también es posible! Todos los días mírate al espejo con ternura, perdonando tus sombras y haciendo planes con tus luces. Y acaba el día felicitándote por tus logros, y reflexionando sobre tus aprendizajes.

3. AFRONTA TU MIEDO. Aprende y siente. Ten el coraje de vivir: aprender, equivócate, llora, sufre, ama locamente, siente vergüenza, ten miedo, siente la soledad,….hazte vulnerable, eso te hará sentirte fuerte y viv@.

4. CONOCE, DIVIÉRTETE Y NUNCA DEJES DE SOÑAR. Habla con mucha gente, escúchales, déjate enseñar y mostrar diferentes visiones del mundo. Descubre las partes que te gustan de los demás y respeta sin juicios las que no. Haz lo que te gusta. Práctica la risa, mínimo tres veces al día. Baila, siempre que puedas. Ponte objetivos, lucha por ellos, y disfruta del recorrido.