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Tu código de barras



Yo soy una persona...” ¿cuántas veces empezamos frases como esta? Las personas nos autodefinimos como “guapos, listos, impacientes, impulsivos, inteligentes, ordenados, trabajadores…” Nos colocamos etiquetas que nos encasillan y definimos así nuestro único y personal código de barras.


Colocamos y nos colocan etiquetas: “eres un exagerado, cualquier error insignificante, para ti es una catástrofe”; “Lola, la mamá de Enrique es muy agradable, pero no escucha…”; “soy muy impulsiva y así me va…”.


¿Qué pasa cuando etiquetamos (“yo soy…” ,“tú eres…”)? Para empezar, la comunicación se ve mermada, es una limitación, un obstáculo al cambio. Cuando nos clasifican nos limitan, cuando nos autoetiquetamos, nos autolimitamos.


También es muy útil para jugar al escondite… es muy fácil esconderse detrás de las etiquetas: “dado que yo soy así, pues…


Es como si no tuvieras posibilidad, como si no pudieras hacerlo de otra manera... y soltamos cosas como esta: “no puedo con esta tía, no soporto cuando habla y habla, vueltas y más vueltas y seguimos sin resolver la situación. Es que como soy tan práctico y directo, no lo puedo evitar”.


Lamento decirte, querido amigo, que de este modo se produce un círculo vicioso que refuerza dicha forma de actuar, alimentándose a sí mismo... Nos comportamos en base a cómo creemos que nos tenemos que comportar y como somos “directos”, actuamos sin paciencia. Así, el círculo sigue y sigue…


Durante mucho tiempo, nos lo decimos, nos lo dicen y nos lo creemos, formando lo que denominamos nuestro “currículum social”, nuestro código de barras.


En nuestros diferentes entornos (casa, cole, trabajo...), hemos ido escuchando informaciones, opiniones, juicios… a los que les hemos ido dando fuerza, credibilidad, adoptándolos plenamente. Es entonces cuando todas estas opiniones, juicios... pasan a formar parte de lo que se denomina “currículum social”


¿Cuál es tu currículum social, tu código de barras? ¿cuáles son tus etiquetas? ¿cómo te etiquetan tus padres, amigos, compañeros de trabajo…? ¿y tú mismo…?


Creemos que algunas etiquetas nos ayudan y las consideramos nuestros puntos fuertes… ¿pero siempre son positivas? ¿cuáles no nos ayudan y consideramos parásitos que merman nuestras energías? ¿o realmente son todas limitadoras, como granos en el culo?


Veamos un ejemplo práctico: En el instituto, Sonia es considerada por sus compañeros y en casa por sus padres, como una persona “muy responsable”, cualidad o etiqueta con la cual ella misma se identifica. ¿Qué ocurre el día o la temporada que por diversas razones, Sonia no llega al nivel de responsabilidad esperado por sus compañeros, por sus padres…? ¿cómo se sentirá ella si siente que no llega a cubrir “siempre” sus expectativas con respecto a su propia etiquetación de "responsabilidad"?


Las etiquetas, incluso aquellas que pensamos positivas, no suelen serlo realmente. Algunas de estas etiquetas nos pueden perseguir como verdaderos obstáculos, que nos impiden ejercer nuestro derecho al cambio, a elegir nuestra forma de actuar y comportarnos.


Lo interesante es reflexionar y averiguar:

  • ¿Cuál es nuestro currículum social, nuestro código de barras? ”

  • ¿Cómo influye este currículum social en nuestra comunicación intrapersonal e interpersonal?

  • ¿Cómo nos estamos autolimitando o limitamos a los demás?

No olvidemos que las etiquetas referidas a nosotros mismos o a otras personas a menudo son “falsas”, aunque en ocasiones las conductas se ajusten a esa etiqueta.


Que Lucía haya cometido un error de impulsividad y se haya dejado llevar por la ira ¿la convierte en una persona "impulsiva"? ¿es "siempre impulsiva" en todos los ámbitos de su vida? Y aquí, la palabra central es “siempre”.


Si alguna vez Sergio ha olvidado de informar a su jefe de una incidencia, no significa que sea “irresponsable”, sino que en esa situación concreta ha olvidado trasladar esa información.


Por muy cómoda que sea una etiqueta, ¡no es aconsejable pegárnosla! Como vemos, suelen ser limitaciones y obstáculos para el cambio, la mejora y la conducta asertiva.



Alba Psicólogos

Avda. Príncipes de España, 41 (28823 - Coslada, Madrid)

hablamos@albapsicologos.com 91.672.56.82

Imágenes texto: https://pixabay.com/en



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