¿Qué quieres ser de mayor?
¿Qué quieres ser de mayor? Esta aparentemente trivial e inocente pregunta que tenemos que responder a los catorce, quince, dieciséis años, encierra mucho más de lo que parece, siendo la puerta de entrada a tu futuro y felicidad.
Desde niños soñamos con una vida “genial”, pensamos en lo que nos gustaría hacer todos los días cuando nos levantamos, a punto de explotar de planes e ilusiones… algo a lo que tristemente con demasiada frecuencia renunciamos, dejándonos llevar por eso que denominamos la “rueda de la vida”.
Bomberos, peluqueros, deportistas, policías, superhéroes… o incluso “mariposa, como yo de pequeña”. Algunos niños, los más increíbles, muestran una sabiduría precoz y contestan que “de mayor, lo que van a ser es felices”. Cuando abandonamos nuestros sueños, lo explicamos diciendo que solo eran pensamientos absurdos, sueños de juventud, que no nos darían de comer y en realidad hay muy pocas personas que se atrevan a luchar para convertir sus deseos en realidad.
Y sí, hay muchos profesionales que comen todos los días pero que pagan un precio muy alto, por un sueldo decente ¡Qué paradoja!
Una vida con sentido aparecerá con la vinculación de nuestras capacidades y pasiones con nuestro quehacer cotidiano, esto es cuando VOCACIÓN y PASIÓN coinciden. Porque es entonces y sólo entonces cuando la palabra trabajo se eleva y deviene creación, y con ella generalmente felicidad.
El trabajo vivido desde el “quiero” y no desde el “debo”, constituye un medio extraordinario de satisfacción. El trabajo es entonces una expresión espontánea y creadora. Deja de ser un medio “para ganarse la vida” y se convierte en el verdadero medio para expresar lo mejor de uno, para crear.
Y además también suele darnos de comer, el Doctor Mark Albion relata lo siguiente:
“Una investigación sobre graduados en escuelas de negocios realizó un seguimiento de las carreras profesionales de 1.500 personas desde 1960 hasta 1980. Los graduados se agrupaban en dos categorías. La Categoría A incluía a aquellos que afirmaban que debían ganar dinero en primer lugar para luego poder hacer lo que realmente deseaban hacer (una vez hubieran solucionado sus problemas económicos). La Categoría B agrupaba a aquellos que buscaban en primer lugar conseguir sus propios intereses, sus pasiones seguros de que el dinero acabaría llegando. ¿Cuáles eran los porcentajes de cada categoría? De los 1500 graduados incluidos en el estudio, un 83% caía dentro de la categoría A. La Categoría B, la de los más arriesgados, reunía un 17 % . Después de 20 años, había 101 millonarios. Uno de ellos, estaba en la Categoría A, 100 en la Categoría B”.
Saber lo que quieres ser de “mayor” debería ir acompañado de un análisis profundo y cuidadoso… por eso nosotros, desde Alba Psicólogos, te podemos ayudar a encontrar ese equilibrio entre pasión, vocación, aptitudes y salidas profesionales. Echarte un cable para elegir concienzudamente en base al conocimiento y la reflexión, para que no te dejes llevar por la “rueda de la vida”… TÚ DECIDES.
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